viernes, 24 de julio de 2009

¿Adoptada, apropiada o qué?


Ahora que he nacido a la búsqueda voy y vengo por sitios relacionados con la identidad biológica. Con páginas de chicos y chicas en mi misma situación... que buscan. Leo y releo testimonios. Me conmuevo. Empiezo a habituarme a palabras como "apropiación", "sustitución de la identidad", "mentira", "engaño"...
¿Fui adoptada, fui apropiada?
Elijo no quedarme en eso... FUI AMADA POR SOBRE TODAS LAS COSAS.
Como conté en mi entrada anterior, supe desde pequeña que era adoptada. No supe las formas, pero sí que mi mamá no me había llevado en su panza. Lo doloroso entonces fue el silencio. Mi silencio también. Mi falta de preguntas y la falta de naturalidad en la familia para poner en palabras algo que estaba presente.
Ahora, muchos años después de haberlos perdido, puedo hablar o al menos empezar a balbucear. Y elijo hacerlo desde el amor.
Y con esto no quiero decir que no me angustie lo que voy descubriendo, que no me ponga triste, que no quisiera tenerlos a mi lado ahora y poder descargar este peso para siempre. Que no crea que se equivocaron ¡sí que me gustaría que me hubieran hecho este trayecto más fácil!
Con esto quiero decir que comprendo. Comprendo lo hermoso que es tener hijos y lo difícil que debe ser no poder tenerlos.
Comprendo que eran otras épocas y que siempre en la vida es más fácil escuchar lo que uno necesita escuchar ("hay un bebé, su mamá biológica no lo quiere, vos podés darle el hogar que no tiene y él puede darte una familia").
Comprendo que el miedo es el que lleva a las peores decisiones, a callar. ¡Cuánto dolor podrían ahorrarse padres e hijos si pudieran hablar siempre con la verdad y desde el amor!
Entiendo cada una de las historias que leo, no todas son iguales. Las hay desgarradoras. Historias de maltrato en todas sus formas, historias de soledad.
Trato entonces de quedarme con lo mejor. Sé quién soy. Soy Patricia y tengo una familia hermosa que no hubiera podido tener si no hubiera crecido en la forma en que crecí.
Fui apropiada sí, porque me anotaron como propia.
Fui apropiada porque me cuidaron como propia.
Fui apropiada porque cada día, cuando mi madre me ponía setecientas hebillitas en el pelo para que estuviera linda, cuando mi padre me enseñaba a leer o hacía dibujos para mí, cuando los dos me decían HIJA... yo me sentía HIJA.
Y cuando yo decía papá y mamá... también los sentía míos y entonces también... los apropié.

jueves, 16 de julio de 2009

Completando mi historia...

A ver, a ver... voy a dejar que hable el corazón.
Esto no es fácil, pero sí necesario.
Necesario para mí es buscar... necesario para mí es saber.
Me llamo Patricia, tengo 34 años y desde muy chica sé que soy adoptada.
Crecí, como tantas historias parecidas, con muchísimo amor. Crecí feliz.
Mis padres me dieron todo, o casi todo lo que un hijo puede necesitar. Sólo les faltó la voz.
La voz para contarme cómo había sido mi historia, en dónde empezó.
La voz para despejar fantasías y hablar sobre realidades. Hoy ya no están...
Y a veces me asalta la angustia de saber que depende de mí, sólo de mí, ENCONTRAR.
Que es un trabajo arduo y minucioso, en el que tengo que preguntar, que recorrer, que ir y volver por los caminos de mi alma. En el que tengo que desandar mentiras y comprobar verdades. Que quebrar pactos que existen también en mi corazón.
No es fácil, pero sí necesario. Así que hoy empiezo por contarles lo que sé...

Nací probablemente los primeros días de
diciembre del año 1974 (estoy anotada el 11 de diciembre pero no sé si esa fecha es real). Era muy chiquita al nacer, pesé 2 k aprox., y tenía el pelo y los ojos claros.
Mi partida de nacimiento fue firmada por la partera
Mabel Rodríguez de Palmieri , quien por lo que pude averiguar trabajaba en ese entonces por la zona de Flores en Capital Federal.
De chica me dijeron que había nacido en el Sanatorio Anchorena , que el médico que me atendía por aquel entonces era el Dr. Camilión (desconozco su nombre). Pero de charlas que he tenido últimamente con chicas que están en la misma situación, creo que probablemente el nacimiento haya tenido lugar en alguna casa o clínica en la que trabajaba esta Sra.

Otras "pistas" (y aquí es cuando me siento Sherlock Holmes!) dicen que mi madre biológica sería de la zona de
Almirante Brown, que habría tenido un "accidente", que era bajita y rubia (y ahí es cuando me siento salida del novelón de las 7 de la tarde! je)

Esto no es fácil... pero sí necesario. Necesario para seguir mi vida con la verdad, sea la que sea.
Soy mamá y sé que un hijo modifica tu cuerpo... pero también tu SER. Que nada es lo mismo, lo desees o no.
Por eso busco... Para saber mi origen, para hablar, para dejar atrás el silencio. Para que nadie me pueda negar completar mi historia.

¡Gracias a quienes me apoyan en esta búsqueda!
Si sabés algo, si tenés algún dato que pueda ayudar, si te sentís identificado, si querés charlar para hacer más liviana tu mochila, escribíme a completandomihistoria@gmail.com
Hagamos que el camino sea más fácil :)

Patri