miércoles, 25 de noviembre de 2009

"Esto pasa en la vida real"

Cuando era chica recuerdo a mi abuela paterna decir muchas veces, mientras miraba la telenovela de la tarde: "Y... eso pasa en la vida real!" y luego suspiraba... Desde mi inocencia, la escuchaba murmurar y pensaba que era viejita y que eso no podía ser verdad...Historias de desencuentros, de abandonos, de hijos perdidos o encontrados, de hijos queridos o abandonados, de hijos y madres y padres y familias diversas. Historias novelescas.
Hoy suspiro, como mi abuela.
Nací el 11 de diciembre de 1974, días antes tal vez, porque tampoco tengo certeza de mi fecha de nacimiento. No sé a dónde fueron a buscarme, no sé quién me entregó, no sé el por qué. Sé que nací antes de tiempo, no completé mi gestación. Pesaba aprox. 2 kilos y tenía el pelo color zanahoria. Sé que mi partida de nacimiento la firmó la Sra. Mabel Margot Rodríguez de Palmieri. Sé que ella falleció hace algunos años. Que trabajaba por la zona de Flores, en la calle Fernandez 1531. Que habría trabajado en el Hospital Alvarez y también por la zona de Ramos Mejía. Que había otra gente que trabajaba con ella como la Sra. Ester Candelaria Acuña, con quien tenía un consultorio en la calle Ambrosio Cramer 737, Villa Sarmiento. Sé que fuimos muchos los entregados de esta forma y que estamos encontrándonos por esta herramienta mágica y tan útil que es la web. Y confío, tengo fé, que a partir de los datos que cada uno aporta estos cabos empezarán a unirse y esta madeja a desenredarse.
Sé que a días de nacida, ingresé en el Sanatorio Anchorena donde me hicieron los estudios correspondientes (entre ellos un análisis para ver mi grupo sanguíneo fechado el 16/12/1974) y que me atendía allí el Dr. Camilión (quien seguramente ya debe haber fallecido porque era grande en ese momento) y que este Dr. tenía además su consultorio en la calle Federico Lacroze, en Belgrano.
Otras versiones que intentan acercarme más a la verdad -pero siento que me alejan- dicen que mi madre sería de "una villa de la zona de Almirante Brown, por la autopista yendo para Ezeiza, por el autódromo". Que habría tenido un embarazo no previsto y que era bajita y rubia. Que además "tocaba el piano" (?!)
Eso es lo que sé. Me falta un mundo.
Quiero agradecer a mis papás adoptivos, que siento me protejen donde quiera que estén.
A mi familia, que hasta ahora ha recibido mis preguntas y mis porqués y me ha entendido.
A mi esposo, fiel compañero en esta ruta, que aguanta mis estados de ánimos y mis reiteradas idas y vueltas con el tema. Y quien también me hace despertar cuando estoy cayendo y me sostiene.
A mis hijos, fuente inagotable de alegría. Son mi luz.
A mi psicóloga Susana, porque la contensión es fundamental en esta búsqueda.
A mis amigos y a toda la gente que voy encontrando en este camino (hijos que buscan su verdad, mamás adoptivas que me dejan comentarios, personas que al pasar me dan ánimo). Todo aporta y todo suma.
Hoy sé... que la vida es una novela. La vida de todos es una novela.
Lo bueno es que cada uno puede elegir cambiar el guión si lo desea y animarse a escribir un final feliz.