lunes, 14 de junio de 2010

Palabras para mi padre

Recuerdo una carta escrita en la hoja de un cuaderno cuando tenía 8 años.
Recuerdo la letra... apurada y desprolija, y un día del padre.
Recuerdo cómo describía "...cuando me pusieron en tus brazos por primera vez". Intentaba decirte así qué feliz había sido al encontrarte... Y mirándote leerla, escondida detrás de una puerta, con mi corazón latiendo de vergüenza y emoción, recuerdo también tu mirada humedeciendo el papel y después... un abrazo estremecedor.
Recuerdo tu lucha y todo lo que aprendí.
Como aprendí de vos la belleza de la vida, la belleza de las cosas.
Como me ví en tus ojos.
Lo recuerdo todo. Todo. Todo.
Y extraño, extraño mucho, tu calor. GRACIAS PAPÁ.

"Permíteme acercarme. Sé que está ahí, con sus ojos mustios , su mirada franca. Que aún no me olvidó, que aún me ama...
Déjame Señor, no tengo miedos, puedo romper murallas esta noche y correr a sus brazos como ayer y que me sienta en la distancia.
Puedo atravesar la muerte y la sonrisa cruel de los fantasmas y aferrarlo a mí para que vibre, para que entienda...
Porque hoy sólo encuentro un espacio, la forma de la ausencia, fugaz recuerdo de lo que fuimos. De un sueño.
Quiero recorrer el tiempo y decir palabras que no dije.
Quiero acariciar su piel cansada, calmar su dolor.
Quiero sobrevivir una vez más a tanto horror, pero saber que al despertar puede ser que ría, que me tome de la mano, o que me mire, que observe mi manera de crecer.
Quiero quererlo más que nunca.
Permíteme acercarme. Sé que está ahí, esperándome, con el adiós que no pudo darme entre los labios. Sé que busca pedirme perdón por su renuncia, decirme que no fue su culpa el no haber ganado la batalla, y bañaré su silencio con mis lágrimas, por última vez.
Déjame Señor, será un instante y hasta puedo contarle cuánto duele tanta soledad inesperada, hasta puedo explicarle cuánta alegría me robó pero que triste y dulce fue.
Fue mi agonía y la suya, latiendo.
Fue mi esperanza y la suya, creando.
Fue un desencuentro.
Puedo sentir sus pasos al caer la tarde, puedo creer que estoy durmiendo y que he perdido los sentidos y hasta ver su alma dibujándose en el vidrio empañado de mi vida.
Permíteme acercarme, recuperar el calor que tanto falta . Si quieres no diré nada. Pero déjame saber si él es feliz. Si habla... Si puede cantar , o recorrer el campo de tus ansias, Señor, en las mañanas.
Será un consuelo, una manera de arrojar al viento tantas dudas, confusión de madrugada.
Por favor. Sé que está ahí, con sus ojos mustios, su mirada franca.
Que aún no me olvidó, que aún me ama..."

(poema escrito para vos Papá, a mis 16 años)

martes, 1 de junio de 2010

Por el derecho a la identidad biológica

Qué difícil es en ciertas ocasiones explicar de qué se trata la búsqueda del origen biológico.
Hace un par de semanas fui al médico. Desde muy chica tuve problemas en la piel y una vez más fui a consultar a un dermatólogo. Luego de charlar un rato me preguntó si estaba nerviosa... Le contesté que sí, algo más que de costumbre. Que estaba nerviosa porque había iniciado la búsqueda de mi origen biológico porque soy adoptada, y enseguida agregué "apropiada".
-¿Cómo? ¿A ud. la secuestraron señora? -preguntó el médico de 75 años (y ya con lo de "sra." empezó mal jiji).
Y ahí tuve que continuar explicando que no, que no me secuestraron. Que mi adopción no se hizo en forma legal, que no hay expediente. Que una partera firmó un certificado en el que figuro como hija biológica de mis padres adoptivos. Que no hay registros de mi nacimiento. Que no sé dónde nací , dónde fueron a buscarme ni por qué me dieron. Que no conozco el principio de mi historia... Que un día tuve hijos y todo cambió para mí y necesité saber.
-¿Para qué busca señora? ¿No será que quiere un problema? Volvió a preguntar... Y siguió un buen rato tratando de disuadirme sobre mi búsqueda y mis razones... Que el tiempo ya pasó, que si tengo una flia. y soy feliz ya está... Que si mis padres fueron buenos conmigo... etc. etc. etc.
Entonces otra vez me asaltó la misma sensación. ¡Qué difícil es! Poner tu mejor cara y explicar que amaste y amás a los tuyos pero hay algo, un signo de pregunta, en algún lugar del corazón. Una herida que sólo sanará con la verdad o haciendo lo posible por llegar a esa verdad. Que en algún lugar hay alguien y fuiste parte de ese alguien y tu pensamiento vuela para saber dónde está.
Las apropiaciones sucedieron y siguen sucediendo, más allá de la dictadura militar. No ocurrieron únicamente en el proceso.
Bebés que son y serán adultos sin conocer sus orígenes. Personas sin derecho a su identidad biológica.
El próximo martes 8 de junio se llevará a cabo en diversas provincias una marcha para que el Estado y para que la gente pueda saber de qué se trata. Para que todos podamos abrir el corazón y empezar a entender... Para que no haya más sustituciones de identidad y las adopciones se realicen en un marco legal y de esa manera, al crecer, cada adoptado/a pueda acceder a su expediente.
Somos muchos los que estamos buscando... espero que cada vez más podamos encontrar la comprensión de todos.