martes, 21 de septiembre de 2010

Tengo que encontrarte

Tengo que encontrarte.

En algún lugar estás, y tengo que encontrarte.

Para saber... cómo se forjó mi destino

en qué momento decidiste darme.

Por qué.

Por qué me quedé sin vos

y te quedaste sin mí.

Tan vacías de palabras y empezamos entonces

una nueva vida, tan lejanas.

Tengo que encontrarte.

Para contarte que tuve una familia,

que ellos me hicieron conocer montañas y mares

y abrazos y besos.

Que tuve despertares dulces

y atardeceres tristes.

Que aún los tengo.

Que fui bebé y luego niña

y después adolescente

y no estabas... pero estabas tal vez en mis gestos

tal vez, sólo tal vez, en mi manera de intentar ser.

Que en silencio, en los rincones de mi casa,

en papeles invisibles te buscaba.

Que hoy soy adulta pero sigo necesitando que

alguien me lleve de la mano.

Tengo que encontrarte.

Para contarte que tengo una familia,

que me enamoré, que me casé,

que tengo hijos... así, como quizá fue la vida

que para mí soñaste.

Que soy feliz, pero algo falta.

Tengo que encontrarte...

para saber, sólo saber, si logré sobrevivir

en tu corazón.