jueves, 7 de junio de 2012

La llave

De vez en cuando, si mis tiempos me lo permiten, miro un programa de televisión que se llama "Los Unos y Los Otros" (América TV). Es un programa que es una puerta para quienes buscan su identidad de origen, pues en muchas de sus emisiones cuenta historias de gente que busca.
Ayer hubo un encuentro.
Unos meses atrás había visto y escuchado la historia de Pablo y Diego quienes fueron en busca de sus raíces. Habían sido apropiados (adoptados ilegalmente o irregularmente como se dice comunmente, anotados como hijos biológicos de sus padres de crianza). Uno de ellos, Diego, confiaba en la palabra de sus padres. El otro siempre sospechó no ser hijo de sangre. La historia era impactante porque habían sufrido abuso psicológico y descalificaciones de todo tipo. En ese momento pensé qué importante es, no sólo para tener datos sobre el origen biológico, que haya gente idónea que evalúe si una persona puede recibir un hijo en adopción.
Ayer el programa volvió sobre esta historia, para contar que una supuesta madre de uno de ellos se había comunicado con la producción y se había hecho el ADN.
El testimonio de la madre biológica fue conmovedor. Relató que tenía 17 años cuando quedó embarazada de su primer relación. Que no supo que estaba embarazada hasta que pasaron 2 meses, el chico con el que salía se había ido a hacer el servicio militar y jamás se enteró. Su patrona -ella era empleada doméstica- le dijo que para seguir trabajando tenía que hacerse un aborto. Y entonces, dejó su trabajo y consiguió otro, y decidió darlo en adopción a alguien que pudiera darle una vida mejor. Alguien la refirió a una clínica y a un médico. Al momento de parir se arrepintió, quiso ver a su hijo, tenerlo en brazos... pero el médico le dijo que no porque "las adopciones se hacen así". Nunca nadie en su familia se enteró lo que había sucedido.
Lo conmovedor era escuchar esa voz sincera, honesta, hasta por momentos todavía inocente e ingenua, que creyó ver en aquella posibilidad la única salida.
Y ahora... había escuchado a ese chico contando su relato, la misma clínica, el mismo doctor y sabía que ése era su hijo.
El ADN dio positivo.
Primero se lo dijeron a la madre, la emoción fue profunda.
Luego al hijo. Su hermano del corazón lo estaba acompañando y al leer el resultado lo miró y le dijo: SOS LIBRE.
Esas palabras repiquetearon todo el día en mi cabeza.
SOS LIBRE.
Como si quienes buscamos lleváramos un grillete en el tobillo. Un peso extra que sólo puede quitarse al encontrar la llave que abra ese candado. Entre todas las llaves, la llave que nos permita comprender el inicio, completar nuestra historia. Seguir caminando más liviano.
Ni más ni menos que la llave de la verdad.



viernes, 1 de junio de 2012

Invitación a un grupo de reflexión


Hace ya un tiempo que vengo pensando en la necesidad de espacios donde poder manifestar, poner en palabras lo que nos pasa. Me parece sanador. Me parece liberador. Hay mucho silencio relacionado con el tema de la adopción, ni que hablar cuando nos referimos a una apropiación (lo que conmunmente se conoce como "adopción ilegal o irregular").
A veces no sabemos qué hacer con nuestras emociones. Alteran nuestra propia estima. Alteran nuestra relación con los demás. ¡Y cuesta tanto!
Por eso, hablando con una profesional, psicóloga de vasta experiencia, surgió la posibilidad de hacer algunos encuentros para conocernos, para hablar, para ayudarnos, para contenernos. Para darnos cuenta tal vez de que lo que sentimos es compartido. Yo voy a participar de este grupo porque me parece que puede ser una experiencia muy enriquecedora. La idea es simplemente salir fortalecidos y seguir nuestro camino lo mejor que se pueda.
Les dejo la propuesta! Las reuniones son en Capital Federal, y si hay interesados tal vez pueda arreglarse que sea los sábados para que sea más fácil para todos concurrir. ¡Gracias por leer!!!


"LOS SECRETOS Y OCULTAMIENTOS que las familias producen, aluden a temas cargados de fuertes sentimientos de temor, vergüenza y culpa.
Está prohibido hablar de ellos, aunque toda la familia conoce la verdad…
La tácita prohibición que impide la revelación de los secretos tiene por objeto evitar el conflicto y el dolor.
El sostenimiento de secretos familiares es un modo de negación colectiva, que con el tiempo suele generar síntomas.
Los secretos familiares pueden servir para proteger la autoestima de los miembros de la familia. En cambio, llegan a ser un problema cuando socavan la confianza, inhiben el diálogo y distorsionan la realidad.


Invitación
Grupo de reflexión y acompañamiento

SECRETOS Y MENTIRAS
Aquello que siempre supimos y de lo cual nunca pudimos hablar…..
Objetivos:
1 ) facilitar el levantamiento de la prohibición que las lealtades familiares han promovido
2) compartir con otros, con el propósito de sanar heridas y poner en palabras lo callado
3) reflexionar en pequeños grupos sobre lo acontecido, acompañado por profesionales idóneos
4) debatir sobre el valor y el efecto del silencio. El efecto de la mentira y la emocionalidad que esto produce 

PROPUESTA: 4 encuentros mensuales, en grupos de 6 a 10 personas. Con una duración de 2 horas por encuentro.

Nos serviremos de medios audiovisuales, lecturas propuestas, técnicas psicodrámaticas, como facilitadores de la reflexión y comunicación de las inquietudes grupales.

Para participar del grupo es requisito una entrevista previa, sin cargo.

Si la propuesta le resulta interesante contactar con : Lic. Susana Klein a licenciadasusanaklein@hotmail.com  "

(Este grupo finalmente no se concretó, gracias a todos los que solicitaron información!)