jueves, 12 de julio de 2012

La casa

Hace unos meses comencé un taller literario y lo recomiendo. Recomiendo realizar alguna actividad creativa a todo aquel que quiera/necesite expresar lo que lleva guardado.
Dibujar, pintar, escribir, fotografiar, hacer música, cantar, hacer un deporte que apasione, etc. y que permita liberar, soltar, poner la energía en un lugar de disfrute...
Es maravilloso reservarse aunque más no sea un momento para conectarse con el propio ser.
Siempre se puede hacer algo para sentirnos mejor.

"La casa 

Rodeada de árboles añosos y siempre gris está la casa. Es pequeña. Con tres habitaciones diminutas y una sala que fue, décadas atrás, un comedor. La casa está sola, nadie la habita, salvo sombras que aparecen por las noches.
A la luz del día, las gallinas picotean la vereda destruida. Un cordero se protege del frío y el nogal deja caer sus nueces secas sobre un techo casi inexistente. Los pájaros anidan en la casa, la hacen suya con suaves melodías, pero de día… sigue ausente.
Sólo de noche se ilumina y se puebla de figuras. Van y vienen. Prenden el fuego y ríen alrededor de la mesa, jugando una partida de naipes imaginarios. Luego bajan la voz.
Las eternas figuras entonces se estremecen… Acunan a un bebé, cantan una canción y bajo la luna gélida de cielos centenarios lo abrazan con ternura, lo arropan, lo consuelan... y le dan su amor."




 

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