Hoy te extrañé. Todos los días te extraño. Pero hoy te extrañé y te pensé más.
Pensé en qué inmenso fue tu amor. Cómo nutrió mi vida.
Pensé en cuánto me parezco a vos. Ahora que tengo hijos y que puedo ver con claridad.
Ahora que la comprensión me invade. Que puedo entenderte y entenderme.
Ahora, que siento a cada instante que me hacés tanta falta.
Hoy te extrañé, y recordé tu sonrisa feliz de las fotos al tenerme en tus brazos y quise abrazarte de la misma forma y que estuvieras cerca...
Hoy te extrañé, todos los días te extraño.
Gracias mamá, por gestarme en tu alma y quererme tanto.
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Pensé en qué inmenso fue tu amor. Cómo nutrió mi vida.
Pensé en cuánto me parezco a vos. Ahora que tengo hijos y que puedo ver con claridad.
Ahora que la comprensión me invade. Que puedo entenderte y entenderme.
Ahora, que siento a cada instante que me hacés tanta falta.
Hoy te extrañé, y recordé tu sonrisa feliz de las fotos al tenerme en tus brazos y quise abrazarte de la misma forma y que estuvieras cerca...
Hoy te extrañé, todos los días te extraño.
Gracias mamá, por gestarme en tu alma y quererme tanto.
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Me gustaría poder citarte en mi blog... tu carta me ha llegado muy hondo y me gustaría que otras madres lo pudiesen leer, con tu permiso, por supuesto...
ResponderEliminarbesos
Gracias Rosa por tu comentario y por supuesto que podés compartirlo :) somos muchos los hijos que sentimos así.
ResponderEliminarbesos! (y agrego con tu permiso tu blog a mi listita de blogs para poder leerte siempre)
¡Ojala logre hacer sentir a mi hija el inmenso amor que siento por ella, como lo supo hace tu madre¡
ResponderEliminarPrecioso Patri.... me has hecho recordar la suerte que tengo de tener la mía todavía conmigo.... a veces, como es algo tan natural, se me olvida
ResponderEliminarEn Mendoza, me sustrajeron al nacer una hija en 1983 y fue criada por un matrimonio de médicos. No se cómo la anotaron ni en qué provincia y año, le pusieron como nacida, para despistar por si la buscaba
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