1 año de blog... ya 1 año.
Es raro cumplir un año cuando estoy considerando cerrarlo...
En este año pasó mucho. No demasiado para completar mi historia. Sí bastante para reconstruirme y bastante para saber que no estoy sola. Eso fue y es muy valioso para mí.
Somos muchos en este lento transitar. Muchos esperando encontrar la verdad. Hablar. Saber. En paz, sin perjudicar a nadie, mostrando el corazón y deseando que los demás comprendan...
Sin embargo... también me asalta la duda de si vale la pena. Si esto tiene sentido. Esa es una voz, que aunque débil, habita en mí y que muchas veces me hace detener , desorientada y confundida, en el camino.
Mi identidad es ser adoptada (muchos dirán que apropiada es el término correcto, pero ¡qué se le va a hacer! no me gusta, ni me acostumbro... no es parte de mí).
Mi identidad es compartir lo que siento con todos/as los que me han escrito durante este tiempo y me han leído (hijos adoptivos/apropiados, madres biológicas, madres adoptivas, gente que me conoce y no, personas que no tienen nada que ver con esto pero me han escrito movilizadas por el buen deseo). ¡Mil gracias a todos uds.! Realmente han hecho que mi camino sea más fácil, como era mi intensión desde un principio.
Ahora creo que estoy creciendo y que lo más significativo de este recorrido es poder dejar el silencio, poder poner en palabras, poder reparar. No sé ni siquiera si la meta está cerca o lejos... quiero dejar fluir esta búsqueda y que pase lo que Dios quiera que pase. Lo que sea lo mejor. Si estás ahí... ojalá algún día también me busques...
Mientras tanto, seguiré construyendo. Seguiré esperando. Seguiré deseando.
Que no haya más historias inconclusas.
Y que podamos estar en paz con la verdad. O al menos... enteros como personas, aún a pesar de lo que nos falta.
Es raro cumplir un año cuando estoy considerando cerrarlo...
En este año pasó mucho. No demasiado para completar mi historia. Sí bastante para reconstruirme y bastante para saber que no estoy sola. Eso fue y es muy valioso para mí.
Somos muchos en este lento transitar. Muchos esperando encontrar la verdad. Hablar. Saber. En paz, sin perjudicar a nadie, mostrando el corazón y deseando que los demás comprendan...
Sin embargo... también me asalta la duda de si vale la pena. Si esto tiene sentido. Esa es una voz, que aunque débil, habita en mí y que muchas veces me hace detener , desorientada y confundida, en el camino.
Mi identidad es ser adoptada (muchos dirán que apropiada es el término correcto, pero ¡qué se le va a hacer! no me gusta, ni me acostumbro... no es parte de mí).
Mi identidad es compartir lo que siento con todos/as los que me han escrito durante este tiempo y me han leído (hijos adoptivos/apropiados, madres biológicas, madres adoptivas, gente que me conoce y no, personas que no tienen nada que ver con esto pero me han escrito movilizadas por el buen deseo). ¡Mil gracias a todos uds.! Realmente han hecho que mi camino sea más fácil, como era mi intensión desde un principio.
Ahora creo que estoy creciendo y que lo más significativo de este recorrido es poder dejar el silencio, poder poner en palabras, poder reparar. No sé ni siquiera si la meta está cerca o lejos... quiero dejar fluir esta búsqueda y que pase lo que Dios quiera que pase. Lo que sea lo mejor. Si estás ahí... ojalá algún día también me busques...
Mientras tanto, seguiré construyendo. Seguiré esperando. Seguiré deseando.
Que no haya más historias inconclusas.
Y que podamos estar en paz con la verdad. O al menos... enteros como personas, aún a pesar de lo que nos falta.