Durante el mes de septiembre la señal de cable "Discovery Home & Health" está difundiendo un documental sobre madres biológicas.
Según la propia definición del canal,
este programa sigue a tres jóvenes mujeres embarazadas que se encuentran en la disyuntiva de dar a sus bebés en adopción. Se muestra el proceso que se sigue en un centro de adopción en Utah, donde estas mujeres de bajos recursos (algunas ya con hijos) pasan sus últimos meses de gestación revisando perfiles de familias que potencialmente podrían convertirse en los padres adoptivos de sus hijos. El programa sigue cada caso hasta el final, cuando la madre firma el documento con el que oficialmente cede la custodia de su bebé a la nueva familia.
Ayer tuve la oportunidad de verlo. En efecto, las tres jovenes mujeres (de 19 a 23 años si mal no recuerdo) muestran en pantalla los últimos momentos antes de dar a su bebé en adopción.
Por más que el programa dura sólo una hora, tiene un formato ligero y es una pincelada del drama que esto implica, me impactó. Por supuesto, no puedo ser objetiva... No pude dejar de situarme en el lugar que alguna vez yo ocupé: un bebé pequeño e indefenso ante la decisión que cambiará (o no) su vida familiar.
Cuestiones que me llamaron la atención:
Una de las madres no podía decidir a qué familia entregarle su bebé. Le ofrecían muchos perfiles de padres adoptivos diferentes, pero ninguna pareja la convencía. Su novio (y padre de su primera hija al momento de tan sólo un año de edad) de raza negra estaba en prisión y ella consideraba que no podía mantener a este segundo bebé. En un momento de las entrevistas con la Agencia pide que le muestren algún perfil de una familia negra, pues su hijo tenía ambas razas y ella quería que "encajara", que se sintiera bien en esa familia... El programa transcurre entre su indecisión y a último momento firma los papeles para entregarlo a una pareja que en un principio no le agradaba demasiado: padres blancos (con tres hijos biológicos rubios) que al momento del parto la acompañaron, se emocionaron, y esperaron que no se arrepintiera una vez pasadas las 24 hs (tiempo para firmar la documentación pertinente)
Ahí me surgió también otro tema en la cabeza que es algo que he visto en muchos hijos adoptados... la pregunta que algunos se hacen al encontrar a su madre biológica y encontrar que tiene otros hijos de ¿por qué a mí sí me dejó y a ellos no? Difícil de asimilar...
Otra de las madres pidió a los futuros padres adoptantes que nunca le dijeran a su hijo que era adoptado. Esto sí me sorprendió. La razón que esgrimió es que si su hijo lo sabía un día intentaría buscarla y ella no tenía palabras para explicarle por qué había tomado esa decisión. Que lo amaba pero no como él necesitaba que lo amara pero sí lo suficiente como para darle la vida que se merecía. Allí pensé entonces ¿es justo que una madre permanezca en el anonimato por no ser responsable al momento de traer a un hijo al mundo? ¿es justo para ese hijo no acceder a su verdad?
De la tercera madre poco se sabía porque no hablaba demasiado. Aparentemente, era la que más dudas tenía, pero también tenía otro hijo anterior y no tenía como mantener al que venía en camino.
Dos de ellas (no recuerdo si las tres) fueron inducidas para tener a su bebé para que el tema terminara rápido. Eso también me impactó. Siempre pienso que muchos de los que hemos sido "adoptados ilegalmente" nacimos por parto inducido. Esta conclusión no tiene mucho fundamento salvo el hecho de que muchos hemos nacido con bajo peso (yo nací con 2 k por ej.) y en embarazos que no han sido a término según lo que los pediatras nos han informado. Para mí, que he cuidado cada semana el crecimiento de mis hijos en mi panza, que los he recibido en brazos con un amor profundo, que los he puesto en mi pecho con tanta felicidad y plenitud deseando que la vida los recibiera de la mejor manera posible, me resulta violento y hostil haber sido arrancada de esa manera de quien me dio la vida (independientemente de si era su voluntad o no). Ese mundo que esperaba que me recibiera no estuvo y yo creo que eso sí deja huellas (la herida primaria de la que habla Nancy Verrier en su libro The Primal Wound).
Todas las madres de este documental lloraron al tener a sus hijos. Para todas fue difícil. Una de ellas (que no era ninguna de estas tres) lloraba luego en terapia grupal y repetía que nadie las prepara para el momento de la entrega. Que es lo más terrible.
Los padres adoptivos mientras tanto esperaban con emoción y recibían en brazos a ese hijo tan deseado. Pensé entonces que paso tan corto hay a veces entre el dolor y la felicidad. Como el dolor de unos puede ser la felicidad de otros.
Y pensé que en todo caso la peor parte les toca siempre a ellas . Solas. Con una decisión difícil por delante. Sintiéndose tal vez vacías y teniendo que recomenzar.
2 comentarios:
Este tipo de adopción del que hablas es muy distinto al que existe en España. Quizás porque nunca he tenido que planteármelo así, me violenta un poco pensar en estas madres gestando a su hijo y sabiendo que no se van a quedar con él; quizás presionadas para no quedarse con él; me violenta pensar en los esfuerzos que se dedican en llevar a estos niños a la adopción, que quizás podrían haberse destinado a ayudar y apoyar a estas madres; me angustia pensar en lo impersonal del parto, en lo rápido que se aparta a la criatura de la madre que reconoce como suya (porque lo es...), en el poco tiempo que tiene para echarse atrás... Incluso en la alegría de los padres adoptivos, tan ajena al sufrimiento de la madre biológica; y del hijo que comparten...
http://madredemarte.wordpress.com/
Yo vi el programa y me impresiono tanto dolor de parte de las madres y la ausencia del gobierno.
Pero soy madre adoptiva en Argentina y conozco de la cantidad de años que tiene una pareja y de dolor por ese hijo tan deseado que no llega.
Yo agradezco infinitamente a las progenitoras de mis hijos por darles la vida y por darme la oportunidad de ser mamá.
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