Recuerdo hace casi diez años atrás, cuando inicié la búsqueda... Golpee tantas puertas intentando encontrar datos que me ayudaran a llegar a mi verdad... Tantas veces ahí, con el corazón en la mano... Así, un día, una tía me sugirió que me hiciera un test de ADN, la publicidad aparecía en un diario y ella pensó que podría de ese modo saber al menos algo sobre mis ancestros.
Unos años después lo hice. Me tomé la muestra para FamilytreeDNA y llegaron los resultados, mostraban coincidencias muy lejanas y una preponderancia de linaje de la península ibérica. Con el correr del tiempo, ese listado de coincidencias fue haciéndose mayor y mi ilusión también.
Hace unos meses fui por más. Me hice otro test, Ancestry. Este laboratorio tiene un banco mucho mayor que el anterior y sólo pedí a Dios en ese momento que apareciera alguien con más de 100 centimorgans de coincidencia conmigo. ¿Qué quiere decir esto? Centimorgans es la unidad con la que se mide la cantidad de ADN compartido con alguien. Por ej., tu mamá o tu papá van a compartir con vos aprox. 3500 cms, un hermano aprox. 2600 cms., un abuelo aprox. 1700 cms.
Yo sólo pedía más de 100, encontrar un primo más cercano a través de cuyo árbol genealógico pudiera rastrear mis orígenes.
Y Dios me escuchó.
Llegaron los resultados y primera en mi lista apareció una mujer de EEUU, con 166 cms en común. Y no sólo eso, en segundo lugar apareció su hijo y en tercer lugar la hija de una prima hermana. Un pedacito de ADN compartido y empecé otro viaje, el de averiguar cómo podríamos estar emparentadas... Resultó ser que esa persona vivió en Argentina hasta sus nueve años y que parte de su familia materna quedó aquí. Le escribí con temor... miedo al rechazo otra vez. Miedo a perder esa oportunidad, esa puerta a la esperanza que puede llevarme a otros datos. Una de las posibilidades es que alguno de los hermanos/as de sus abuelos sea mi bisabuelo. Ella contestó, empezó a darme apellidos, lugares como un pueblito llamado Pontevedra cercano a Portugal desde donde vino su abuela y sus hermanos... y yo empecé a abrazar ese pedacito de la historia que puede ser también parte de la mía.
Todavía falta mucho. Todavía estoy lejos. Todavía van y vienen apellidos, barrios porteños, parentescos, listas de barcos que llegaron a Argentina, registros de familysearch, puntos que intento conectar... Qué curioso... puntos que intento conectar para llegar a mí.
Estoy feliz porque fui bien recibida, porque intentan ayudarme, porque siento al fin que tengo una certeza. Ellos tienen que ver conmigo, son mi familia lejana. Y estoy un paso más cerca.